En las últimas semanas se ha hablado mucho del impuesto de plusvalía, el mecanismo de recaudación más importante para todos los ayuntamientos de nuestro país. El impuesto de plusvalía saltó a la portada de todos los periódicos y telediarios cuando el Tribunal Constitucional determinó que el cobro del mismo haciendo los cálculos de la base imponible como se habían hecho hasta ahora era anticonstitucional. De modo que el Gobierno ha tenido que aprobar una enmienda para solucionar este problema y que los ayuntamientos no perdiesen una de sus mayores fuentes de financiación. 

En qué se basa el nuevo impuesto de plusvalía 

La aprobación del Real Decreto Ley 26/2021 permite que el contribuyente elija el sistema más ventajoso para calcular el impuesto de plusvalía entre dos métodos distintos. Estos dos métodos son los siguientes: 

  1. Usar el beneficio real obtenido en la operación
  2. Aplicar un sistema parecido al anterior, basado en los coeficientes sobre el valor catastral del terreno dónde se encuentra el inmueble

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Qué es el impuesto de plusvalía 

El impuesto de plusvalía se paga al vender una casa

La denominación oficial del impuesto de plusvalía es el de impuesto sobre el incremento del valor de los terrenos de naturaleza urbana (IVITNU) y se trata del impuesto que más ingresos genera a todos los ayuntamientos, sólo por detrás del impuesto sobre los bienes inmuebles o IBI. El impuesto de plusvalía lo debe abonar el vendedor de una vivienda, el heredero o quien la recibe en donación, y graba la revalorización automática y natural del terreno en el que se asienta el inmueble objeto de compraventa. 

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Qué razones han llevado a tener que modificar el impuesto de plusvalía

La razón principal para tener que modificar el impuesto de plusvalía es que el cálculo se basaba en el valor catastral del terreno, y este valor catastral era fijado por el Ayuntamiento de forma independiente y suponía un incremento del valor del terreno automático y siempre ascendente. El problema es que con el estallido de la anterior crisis inmobiliaria muchos terrenos no subieron de valor sino todo lo contrario, pero el valor catastral así lo determinaba, así que ya en varias ocasiones el Tribunal Constitucional determinó que no era posible exigir el impuesto cuando un inmueble se hubiera vendido a pérdidas, ya que el valor catastral en este caso no reflejaba la realidad económica de la operación. 

Cambios en el cálculo de los valores catastrales 

Los cambios en el impuesto de plusvalía, además de ofrecer dos opciones distintas para que el contribuyente elija la que mejor le convenga, introduce también cambios en el modo en el que se calcula el valor catastral del terreno dónde se asienta el inmueble. A partir de ahora en el caso de que el contribuyente elija el valor catastral como base de cálculo del impuesto se tendrán en cuenta los años transcurridos desde la compra del inmueble y el valor catastral se actualizará cada año. 

¿El nuevo impuesto de plusvalía es mejor o peor que el anterior? 

tramos del IVITNU
Los tramos de pago del IVITNU varían con la nueva modificación

El nuevo diseño del impuesto de plusvalía graba más las operaciones a corto plazo, por lo que haría sin muebles que se compran y venden en un periodo no superior a los 5 años pagarán más impuestos en proporción, que aquellos vendidos a más largo plazo (20 años o más).

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